Peso mínimo g 100
Peso máximo de 6000 g

La balanza se inserta en una línea que lleva los objetos a controlar, sea cual sea su naturaleza y forma. El objeto transportado tarda un cierto tiempo en recorrer todo el plato de la balanza; este tiempo, aunque pequeño, es suficiente para que la balanza se asiente en la posición proporcional al peso del objeto. Cuando el objeto está a punto de salir del plato de la balanza, intercepta un haz de luz que atraviesa el transportador. El receptor del fototransistor, oscurecido de esta manera, proporciona al circuito electrónico la orden de leer el peso en ese preciso momento. Este valor de peso se compara inmediatamente con los dos valores, inferior y superior, establecidos como límites de la tolerancia permitida. A partir de esta comparación, la máquina decide si acepta o no la pesada, es decir, si permite que el objeto continúe sin ser molestado, o lo desvía o expulsa a la derecha o a la izquierda de su trayectoria, en función de si su peso ha superado o no la tolerancia establecida.

La máquina para el control automático del peso en continuo se compone esencialmente de: Una base que tiene la función de sostener la balanza y el dispositivo de transporte de los objetos. Una balanza de comparación de alta sensibilidad y prontitud, dotada de un detector electromagnético que transforma en señal eléctrica la posición que asume el plato de la balanza, cargado por el peso que se arrastra sobre él. Una cinta transportadora, y un grupo de proyectores-fotocélulas que señalan el instante en que el objeto está a punto de salir del plato de la balanza.